El Valle de Guadalhorce

Creación de una marca como paraguas bajo el que se despliegan los lugares, los servicios y los productos que se ofrecen en el valle.

Punto de partida

Se ha creado la marca “Valle del Guadalhorce” con diferentes versiones, como paraje, como lugar de origen de productos cualitativos y como organización capaz de potenciar el desarrollo territorial.

Un proyecto de marcas para la dinamización del Valle de Guadalhorce

Juntos hemos creado un sistema para la puesta en valor de sus partes. Un sistema que facilita la creación de marcas y submarcas con las que desplegar la amplia oferta bajo el amparo de los valores del “Valle del Guadalhorce”.

Hemos creado una marca basada en el nombre y los contenidos del lugar con la que llamar la atención de los potenciales visitantes hacia el Valle y atraerlos con sus ofertas y productos.

Una propuesta visual y verbal

Para la estrategia y acciones de comunicación se han desarrollado dos lenguajes, el visual y el verbal, con los que proyectar los valores de la marca “Valle de Guadalhorce”. Una marca gráfica y una propuesta que van a ayudar a la promoción y al desarrollo de los productos alimenticios y artesanales, redundando en oportunidades para el desarrollo local.

Un nombre, primero el Valle y luego el Guadalhorce…

Teniendo en cuenta que una parte importante de la oferta va dirigida a un público que vive lejos del lugar, en su mayoría en otros países, y que por tanto puede que no conozcan su existencia, propusimos definir la zona como lo que es, un valle, de forma que se entendiese rápidamente, para que luego, una vez “deseada” la visita, se conociese el nombre que el enclave obtiene del rio que aquí se encuentra.

Una gráfica

Desde hoy la Comarca del Guadalhorce dispone de una imagen que refleja la identidad del Valle, una imagen dinámica, moderna y atractiva que sirve para mostrar, valorar y distinguir todo lo que ofrecen.

Más que un logotipo, un escudo o un símbolo, el Valle del Guadalhorce cuenta con una gráfica con la que representar e identificar cualquier soporte. Un estilo que a modo de indiana nos permite ilustrar las huertas, sus frutos, el agua y todo lo que lo forma.

Una promesa, el momento preciso y el lugar exacto…

Donde cada cosa ocurre. Este es el verdadero valor diferencial del Valle. Poder ser testigo de como brota, emana, nace, o florece cada cosa que aquí crece y aquí vive.

En definitiva, el Valle del Guadalhorce es un lugar donde brota la vida… Así es como lo definimos.

Un “claim” que evoca la autenticidad de lo que aquí surge. Estar en el momento preciso para ser testigo de lo que solo pasa donde y cuando pasa.

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