Punto de partida

La Mola es una fortaleza de enormes dimensiones ubicada en la entrada de la bahía de Mahón. Los promotores del proyecto desean rentabilizar el espacio, para lo cual planean diversas líneas de actuación. La fortaleza se abre al público para que pueda ser visitada y también se ofrece el espacio para la celebración de eventos.

Estrategia y acción

El primer paso es transmitir que LA MOLA es una parte de Menorca, motivo por el que se propone el cambio de nombre de LA MOLA por el de LA MOLA DE MENORCA. Esta idea se refuerza, especialmente, en aquellas piezas desarrolladas para acciones promocionales en el mercado turístico, nicho de los consumidores de Menorca como destino de vacaciones.

Dinamizar la imagen de la fortaleza, definida en las conclusiones de la investigación como "espacio inanimado". Siendo críticos con el producto, se propone enriquecer la gráfica y potenciar la presencia mediante dos tipos de recursos: un banco propio de imágenes formado por fotografías de "visitantes" en distintas actitudes amenas, divertidas y dinámicas; y una serie de soportes previstos para manifestar en el entorno de Menorca las distintas actividades que se llevan a cabo en el recinto.

Además, se concreta una acción para potenciar la "visita impulsiva" a LA MOLA DE MENORCA a través de un personaje que llevará a cabo acciones de animación y RRPP.

Resultado

A través de la marca desarrollada damos la vuelta a la situación, convirtiendo un espacio que antes estaba "muerto" en un producto dinámico y de interés turístico. 

Tras el proceso, los responsables del proyecto cuentan con un plan y con los recursos necesarios para ejecutar un completo calendario de acciones de marketing.